La Fiesta de la Virgen del Guía es una celebración que cuenta con la declaración de Interés Turístico Nacional y que tiene lugar en Llanes cada año el día 8 de septiembre. Se trata de una fiesta muy familiar, con una larga tradición en el concejo, llena de leyendas y de historia.
La leyenda de la Virgen de la Guía de Llanes
Cuenta la leyenda que el inicio de esta popular fiesta llanisca tuvo lugar en el año 1515, cuando una espantosa galerna sorprendió a un barco pesquero que estaba faenando en las aguas del Cantábrico.
Con la embarcación a punto de irse a pique, los marineros encomendaron su suerte a la Virgen. En cuanto entonaron su plegaria, una caja golpeó el casco del barco.
Los hombres del mar decidieron atarla al barco, momento en el que surgió, como de la nada, una paloma. Esta sobrevoló sus cabezas durante unos instantes, hasta que puso un rumbo fijo hacia el horizonte.
Los hombres decidieron seguirla y, tras horas de intensa lucha contra las olas y el viento, arribaron a tierra firme sanos y salvos. Una vez allí, abrieron la caja y descubrieron que su interior albergaba una imagen de la Virgen.
Los agradecidos marineros depositaron la imagen en la Iglesia de San Antón. Sin embargo, esta desapareció de la capilla para aparecer en un pequeño promontorio de la villa marinera. De nuevo, la trasladaron a la capilla de San Antón, pero la imagen volvió a aparecer en el promontorio.
Hasta 3 veces ocurrió este singular hecho, momento en el que las gentes del pueblo entendieron que esa era la voluntad de la Virgen, y erigieron en el promontorio una Ermita en la que depositaron a la Virgen, que por fin pareció contenta, porque nunca volvió a irse.
La Fiesta de la Virgen de la Guía
La celebración da comienzo el día 7 por la noche con una procesión que traslada a la Virgen desde su Ermita hasta la Basílica de Llanes, en la que se celebrará una misa solemne en su honor al día siguiente.
El día 8 de septiembre es el día grande de la fiesta. Comienza con el lanzamiento de cohetes (algo a lo que son muy aficionados los llaniscos, que no pierden ocasión para disfrutar de unos buenos petardazos y fuegos artificiales) y, tras la misa, con la procesión que llevará a la Virgen de vuelta a la Ermita.
La procesión se realiza al son de las gaitas asturianas, con todo el colorido de los trajes regionales de llaniscas y porruanos.. Durante el trayecto, con parada mirando al mar incluida, cientos de mujeres ataviadas con mantillas negras y blancas portan una vela en la mano.
Otra característica de esta fiesta es el nardo en la solapa, ya que esta fragante flor blanca es la que distingue al Bando de la Virgen de la Guía.
Una vez que la procesión llega a la Ermita, se entregan ramos de flores a la Virgen en ofrenda y se realiza la Danza de los Arcos frente al pequeño templo.
Tras el final de la fiesta local comienza lo que podríamos llamar la fiesta familiar, que muchas veces se extiende hasta la noche. Se trata, por supuesto, de las comidas familiares, que en Llanes son, más que una tradición, una religión.
La actual situación de pandemia ha obligado a las autoridades llaniscas a suspender este año 2020 las procesiones del día 7 y 8 de septiembre, pero lo que no puede arrebatarnos el virus es el placer de disfrutar de esta entrañable fecha con una buena comida familiar.
En el Restaurante La Veguca cumplimos con toda la normativa referente a la prevención del coronavirus, además de contar en nuestras instalaciones con comedores, terrazas y una zona infantil de juegos de más de 800 metros cuadrados, que te permitirá a ti y a tu familia disfrutar al máximo de este día tan especial para Llanes y los llaniscos.